Nos aferramos muchas veces a formas de vida, a personas, a costumbres, a objetos… esto nos genera estrés, tristeza, problemas emocionales y familiares. Sobre todo cuando pasamos de cierta edad, el aferrarnos a algo, ya sea una forma de vida o una pequeña e insignificante costumbre nos puede traer ciertos problemas. Por ejemplo: me aferro a prepararme mi café todas las mañanas y el día que no hay café no puedo iniciar mi día. Si lo reflexionamos es algo “tonto”, no poder iniciar un nuevo día de vida por qué no teníamos café en la cocina….
Nos podemos aferrar a una persona o a una relación, y si esta persona nos deja, se va, fallece o simplemente está pero cambia su forma de ser entonces el mundo se nos derrumba y la culpa no es de la persona, es de nosotros, puesto que no dejamos ir, debemos de soltar, de dejar libres muchas ideas y darnos la oportunidad de comenzar cada día felices con lo tenemos y con lo que vivimos en el momento, así es muy probable que seamos felices..
por:Mayores Hoy
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